SKIN GLOW

DERMAPEN. DESCRIPICIÓN, CONTRAINDICACIONES E INFORMACIÓN IMPORTANTE.

Recomendamos realizarlo con la piel limpia, con una limpieza facial reciente. No está recomendado en pieles con brotes de acné. 

Dermapen son micro agujas que tienen a su vez el beneficio de suavizar arrugas, eliminar marcas y manchas, cerrar poro y disminuir flacidez. Se promueve la formación de colágeno y elastina de modo natural. En definitiva es un tratamiento facial totalmente novedoso que rejuvenece y mejora la piel del rostro, sin efectos secundarios y sin cirugía. Conseguirás una piel más elástica, firme, jugosa y con buen aspecto. Con este tratamiento facial se reducen las arrugas y líneas de expresión. 

También podrás eliminar tus marcas de acné y cicatrices con Dermapen.  Los resultados son visibles tras varias semanas de tratamiento, y es por el ciclo de producción de colágeno, que requiere su tiempo. Dermapen contiene en su punta agujas diminutas que realizan múltiples punciones,  creando micro-heridas que el organismo repara automáticamente. Estas micro-punciones, hacen que los activos penetren en un 90%, de tal manera que estimulamos los Factores de Crecimiento para la regeneración celular. Gracias a Dermapen, la piel aumenta su nivel de absorción y las vitaminas hacen un mayor efecto. Las molestias en la aplicación son totalmente tolerables. Tras el tratamiento tendrás que estar mínimo 15 días sin exposición prolongada al sol y con protección 50. 

La piel probablemente se irrite los primeros días, la duración de la irritación dependerá de el organismo del paciente, los primeros días se recomienda evitar maquillajes y el uso de mascarillas protectoras (usarlas lo mínimo posible) e hidratar la piel constantemente con productos SIN GRASA. Se requiere hacer mínimo 3 sesiones cada 21 días 

Martillo de frío: cierra los poros, reduce el enrojecimiento y activa las células. 

CONTRAINDICACIONES

Anticoagulantes

Piel con infecciones y heridas abiertas.

Herpes labial activo.

Brotes de acné

Zonas con eczemas y psoriasis.

Quemaduras.

Tratamientos con dosis altas de corticoides.

Embarazo y lactancia.

Rellenos dérmicos y botox (2 primeras semanas)

Diabetes en estado no controlado.

Impétigo

Queratosis actínicas o solares 

Cáncer de piel, quimioterapia o radioterapia.